lunes, 1 de diciembre de 2008

Tesoro de la lengua castellana o española


El Tesoro de la lengua castellana o española es un diccionario del español obra de Sebastián de Covarrubias publicado en 1611. Es el primer diccionario general monolingüe del castellano. Es, también el primer diccionario de este tipo publicado en Europa para una lengua vulgar.
Sebastián de Covarrubias empezó a redactarlo en la primavera de 1605. El trabajo lo realizó etre la ciudad de Valencia y Cuenca. La avanzada edad del autor 66 años (al comenzar el proyecto) hizo que a partir de la letra C redujera la extensión media de los artículos, a causa del temor a morir antes de acabar su obra.
La intención era elaborar un diccionario etimológico
Proporciona abundantes informaciones de tipo
enciclopédico y no estrictamente lingüístico. Además, , como era habitual en la época, recoge también nombres propios (antropónimos, topónimos, orónimos, etc.) de los que proporciona abundantes informaciones.[ ]Una de las características más repetidamente es el estilo personal que en él utiliza su autor.
Utiliza la macroestructura y la microestructura:

- La
macroestructura (organización del léxico recogido en el diccionario) consta de unas 11.000 entradas.
- La microestructura (organización interna de cada artículo lexicográfico) del Tesoro se caracteriza por una gran heterogeneidad y una mezcla de datos lingüísticos y enciclopédicos.
Se sirve de un buen número de diccionarios a la hora de elaborar el suyo. Los utiliza sobre todo para encontrar las etimologías de las palabras castellanas y, en el caso de los de latín, para aportar su equivalencia latina.
En cuanto a diccionarios de latín utiliza sobre todo los de
Elio Antonio de Nebrija, sobre todo el conocido como Vocabulario español-latino, aunque también el Diccionario latino-español. También recurrió a menudo al Diccionario latino del italiano Ambrosio Calepino.
Para los vocablos griegos cita sobre todo el Lexicon de
Ioannes Scapula, un Lexicum graecum que podría ser el de Benito Arias Montano y otras obras. Para el francés, el Dictionariolum latino graeco gallicum de Horacius Tuscanella, entre otros. Para el alemán, su principal fuente es Goropius Becanus y sus Origines Antuerpiae .

1 comentario:

Virginia dijo...

Muy bien Laura, el contenido está bien redactado y organizado.